lunes, 30 de mayo de 2016

EL GATO BALINES

El gato balinés es una raza de gato doméstico derivada del gato siamés, lograda por cruzamientos con gatos de pelo largo, para obtener un animal con una complexión y variedades de colores similares a la del siamés, pero con un pelo largo, sedoso y abundante.
Su origen se encuentra en los Estados Unidos durante la década de 1940, aunque no se lo reconoció como raza oficialmente hasta la década de 1960. A diferencia de lo que se podría pensar, su nombre no hace referencia a su lugar de origen, sino que le fue dado por los primeros criadores para mantener una cierta referencia oriental.

Es un gato muy leal a su dueño. Puede ser indiferente a los demás miembros de la familia en caso de que tenga un gran afecto a un miembro determinado de la misma.
Tiene una buena musculatura. Sus extremidades son delgadas, siendo las posteriores más altas que las anteriores. Es muy dulce y le gusta estar en compañía de otros animales. Siempre está tratando de llamar la atención con sus travesuras o simplemente pide que lo alzen; a diferencia del gato siamés, no es un gato que salte a menos que se lo permitan. Su voz es más melodiosa y más suave, y su personalidad tiene un toque de tranquilidad que lo hacen parecer un gato muy aristocrático. Es muy leal a su dueño, extremadamente dócil y convive perfectamente con niños.
Cabeza: Tamaño mediano, proporcionada con el cuerpo. Equilibrada, tiene forma de cuña con líneas rectas. La cuña comienza en la nariz y gradualmente aumenta en ancho hacia las orejas con líneas rectas. No debería haber depresión a la altura de los bigotes. El cráneo de perfil es ligeramente convexo. Nariz larga y recta, continuando la línea desde la frente sin ninguna rotura. Hocico angosto. Mentón y mandíbula de tamaño mediano. La punta del mentón forma una línea vertical con la punta de la nariz.Según el estándar de la Federación Internacional Felina,[cita requerida] el gato balinés ideal es esbelto, elegante, con líneas largas que se afinan, elástico y musculoso. Tamaño mediano.
  • Orejas: Grandes y en punta, anchas en la base. En cuanto a la ubicación, continuarán las líneas de la cuña. Las puntas de las orejas no se inclinarán hacia el frente.
  • Ojos: De tamaño mediano y ni protuberantes ni hundidos. De forma almendrada y ligeramente oblicuos hacia la nariz para continuar armoniosamente las líneas de la cuña. El color deber ser puro y límpido, de un brillante azul intenso.
  • Cuello: Largo y esbelto.
  • Cuerpo y estructura: Largo y esbelto, bastante musculoso pero delicado y elegante. Los hombros no serán más anchos que las caderas.
  • Patas: Largas y finas, proporcionadas con el cuerpo. Pies pequeños y ovales.
  • Cola: Muy larga, fina incluso en la base. Afinándose hacia la punta.
  • Manto: Fino y sedoso. De un largo mediano en el cuerpo, algo más largo en el collar, hombros y en la cola, cuyo pelaje se verá erizado. No tendrá subpelo lanoso. La máscara de la cara, puntos en las orejas, patas y cola deben corresponder a puntos de color lo más parejos posible. La máscara no se extenderá sobre toda la cabeza sino que se conectará con las orejas por medio de trazas de color. El color del cuerpo debe ser parejo. Se permiten sombras claras en los flancos, pero debe haber un claro contraste entre los puntos y el color del cuerpo.
  • Nota: Se permiten ligeras sombras en el cuerpo armonizadas con los puntos de color. En gatos mayores se permitirá un color de cuerpo más profundo.
  • Balinés: Se prohíben cruzamientos de sia/bal de cualquier variedad de color con silver. Se podrá hacer una excepción por pedido especial del criador al comité nacional de cría. En estos casos el comité determinará el color de la camada.
  • Faltas: Manchas en el vientre o en los flancos, pelos blancos, claros o jaspeado en los puntos, barras y rayas en los puntos, excepto para las variedades “tabby”. 
  • Faltas que niegan certificado: Contraste insuficiente entre los puntos y el color del cuerpo. 
  • Descalifica: Cualquier color de ojos que no sea azul. Manchas blancas en el cuerpo o en los dedos. Bizquera y nudo en cola.

El gato balinés se presenta en todas las variedades permitidas al siamés: Foca, Azul, Lila, Chocolate, Rojo, Crema, Tortie y Tabbies.
                                                        EL GATO BALINES 
                                                 



viernes, 20 de mayo de 2016

                                   EL GATO SIAMES 





Los orígenes del gato siamés son imprecisos, aunque hay antecedentes que en Siam (ahora Tailandia), estos animales convivieron con el rey y su familia, siendo ejemplares exclusivos de la realeza. Este privilegio se debe a que le concedían un carácter puro, ya que al nacer esta especie es de color blanco color sagrado en Siam. El siamés tradicional o Thai, por su parte, es una variedad dentro de la misma raza siamés proveniente de Tailandia y equivalente al siamés antiguo o siamés ancestral, que dio origen a través de planes genéticos al siamés moderno. Si bien comparte algunas características con el siamés moderno (por ejemplo, el patrón de coloración o acromelanismo) se diferencia de éste por sus formas redondeadas. Así, el thai presenta un cuerpo más compacto y redondo, cabeza con mejillas llenas y redondeadas, hocico más corto, orejas de inserción alta pero no enormes, ojos alargados (no totalmente oblicuos) celestes o azules, cola más corta a mediana y generalmente con punta más redondeada y más gruesa. Los colores aceptados son los mismos que para el siamés moderno. Uno de los gatos que se cree originario de Tailandia es el Si-Sawat, o Korat. Es un gato de color plateado, con ojos verdes; actualmente muchos creen que el Blue Point actual proviene de este antecesor. Actualmente, organizaciones internacionales felinas tales como TICA (The International Cat Association), WCF (World Cat Federation) y la Asociación Cubana de Aficionados a los Gatos (ACAG) reconocen al siamés tradicional como una nueva raza denominada thai y, en consecuencia, con un estándar propio y diferente al del siamés moderno.
Los gatos siameses son cada vez apreciados por su belleza, personalidad y encanto, unidos a su natural distinción,que hacen que sus exhibiciones constituyan todo un espectáculo. Un animal de tales características exige un comportamiento acorde a la hora de adoptar uno.

viernes, 13 de mayo de 2016

los gatos

                                                        LOS GATOS 

GATITO


Aunque al macho se le llamaba myeou en el Alto-Egipto, haciendo referencia a la onomatopeya de su maullido, a las hembras las llamaban techau, nombre que han encontrado grabado en muchas tumbas de mujeres. De este término deriva el nombre chaus, que ahora denomina a un gato salvaje de Egipto y de Asia, Felis chaus.
Después se le atribuye el nombre de qato en siríaco. Parece que ésta sea la verdadera raíz del término italiano gatto. Sin embargo hay otros orígenes posibles, sobre todo el adjetivo latino cautus, que significa astuto o agudo, o también el verbo francés guetter en el sentido de espiar, ya que el gato es un animal activo que tiene la vista y el oído siempre alerta. Algunos etimologistas creen que se trata de una fantasía, ya que el uso de la expresión gato se empieza a usar en Egipto varios siglos antes de la aparición del gato en Atenas, Roma o en la Galia. A pesar de todo no es fácil diferenciar, en los textos antiguos, al gato de otros cazadores de ratas como la marta, la garduña, o la comadreja. Los griegos llaman a los gatos ailouros, que significa «animal que mueve la cola». Este término se conservó para denominar a los amantes de los animales: los ailurofílicos. En la Edad Media, gatti o cattine fella designaban las pieles de gato. En esa época también se usaban otros términos para designar al gato doméstico. Todos empiezan por la palabra latina mus, que significa ratón. Encontramos sobre todo musio, murio, murilegus y muriceps. Estas denominaciones muestran hasta qué punto está intrínsecamente ligado el gato a la caza de ratones.
La palabra gato reemplazó al felis latino genérico. Parece que este término no sea resultante del latino catus, prudente, ni de catulus, cachorro de perro, ni de captura, sino que vendría de África, donde se dice kadista en nubio antiguo, qato en siríaco, kattos o katta en griego o del árabe quett.
Partiendo de esta base podemos identificar el término gato en muchas lenguas aunque con ligeras modificaciones, a diferencia de perro, cuyas sonoridades difieren totalmente. Así que tenemos chat en francés, cat en inglés, katze en alemán, gato en español, gat en catalán, katt en sueco, gatto en italiano, kat en holandés y en danés, por ejemplo.
No es hasta el siglo XVIII cuando aparecen términos derivados de gato, como gatito o gatera.